domingo, 16 de enero de 2011

Sociología de la desviación

Por su interes nos ha parecido adecuado dar difusión a un articulo de bastante nivel que hemos visto publicado en Wikipedia sobre el tema. Os lo recomendamos encarecidamente para su lectura:


La sociología de la desviación es la rama de la sociología que se encarga del estudio del consenso sobre las normas sociales, los actos y comportamientos que se desvían de éstas y el sistema de control social construido para evitar tales desviaciones.
La desviación es un tema fundamental en sociología y desde el nacimiento de esta disciplina ha sido una de sus principales preocupaciones. En este sentido las principales corrientes sociológicas han dado su interpretación sobre el cómo y el porqué del incumplimiento de las normas sociales.
La desviación ha sido analizada desde distintas disciplinas, como la filosofía, el derecho, la biología o la medicina. Además, en los últimos años se han desarrollado estudios en criminología, disciplina con la que la sociología de la desviación esta íntimamente ligada. Si bien la primera se centra más en la relación entre la víctima, el victimario y las leyes, la sociología de la desviación analiza también las conductas que, sin estar prescritas como delitos, son catalogadas como anormales y reciben algún tipo de sanción social.

Concepto de la desviación desde una perspectiva sociológica

En sociología se considera una desviación cualquier acto o comportamiento, aunque sea simplemente verbal, de una persona o un grupo que viole las normas de una colectividad, y consecuentemente conlleve algún tipo de sanción. Sin embargo, ésta no es una característica intrínseca de ciertos actos, sino que depende de la respuesta y la definición que los miembros de una colectividad le atribuyan. En palabras de uno de los fundadores de la sociología:

No lo reprobamos porque es un crimen, sino que es un crimen porque lo reprobamos.
Émile Durkheim

Es por ello que un acto sólo puede ser juzgado como desviado en relación a:
  • Un contexto histórico: ya que la concepción de desviación varía en el tiempo, por ejemplo ser zurdo ha sido considerado en muchas sociedades históricas como una forma de desviación.5
  • Una sociedad concreta: como es notorio, las diferentes sociedades que comparten un momento histórico pueden tener diferentes concepciones de la desviación. Un ejemplo actual sería la poligamia, que en algunas sociedades es una muestra de prestigio y en otras un delito.
  • Un contexto situacional: Muchas actividades son permitidas, e incluso bien vistas, dentro una situación, y juzgadas como desviadas en otra. Por ejemplo, a ninguna sociedad se le ha ocurrido prohibir las relaciones sexuales, pero casi todas limitan su práctica, prohibiendo realizarlas en público, fuera del matrimonio, etc.
Esta aproximación relativista a la desviación, que caracteriza a la Sociología, ya había sido anticipada por algunos pensadores. Cabe destacar al filósofo francés Pascal que ya en el siglo XVII declaraba:

No hay nada justo o injusto que no cambia de cualidad con el cambiar del clima, tres grados de latitud subvierten toda la legislación[...] En pocos años las leyes fundamentales cambian, el robo, el incesto, el asesinato de padres e hijos, todo ha encontrado un lugar entre las acciones virtuosas.
Blaise Pascal

Ya en el siglo XX los estudios de antropología comparada han puesto de manifiesto que realmente existen muy pocas formas de desviación que puedan considerarse universales. Sin embargo, y contradiciendo a Pascal, existe un Consenso científico sobre que el incesto entre padre e hija ha resultado tabú en todas sociedades durante toda la historia, llegando Claude Lévi-Strauss a considerar su prohibición como el origen de la vida cultural y del resto de las instituciones sociales.

Las normas

El concepto de desviación está íntimamente ligado al concepto de norma, ya que es de la norma de lo que un comportamiento se desvía. Por ello se afirma que donde no existe norma no puede existir desviación.
Las normas sociales se definen como proposiciones que prescriben a individuos o grupos el comportamiento adecuado en determinadas situaciones, o bien las acciones a evitar. Pueden ser clasificadas según diversos criterios, pero el más habitual dentro de la sociología de la desviación, es agruparlas dentro de sistemas normativos según el grado de la sanción que se aplica al infractor. Con este sistema obtenemos una clasificación de los comportamientos desviados según su gravedad:

Diferentes tipos de normas y tipos de desviación que implica su incumplimiento.

  • Normas penales: Son las recogidas en el código penal, que representa el núcleo duro de cualquier sistema social. Recoge las normas que tutelan los bienes fundamentales del grupo social —la vida, la propiedad, las instituciones, etc.—. El incumplimiento de éstas es un delito, y convierte al autor en delincuente. Conlleva el tipo de sanción más grave: la pena.
  • Normas jurídicas: Son las normas contenidas en reglamentos u ordenamientos, su violación es un acto ilícito y conlleva sanciones de tipo pecuniario o administrativo.
  • Normas sociales: Es un amplio grupo de normas socialmente reconocidas, como la moda, la tradición, los usos y costumbres, etc. Su incumplimiento no implica una sanción institucionalizada, aunque sí algún tipo de recriminación o reproche social. En las últimas décadas existe la tendencia a reconceptualizar estos comportamientos de desviados en diversos
  • Moral individual: Son las normas autoimpuestas, del tipo no comeré nunca en un McDonald's. Incumplirlas tiene escasa relevancia social, pero puede ser calificado como hipocresía.
En el diagrama puede observarse cómo los distintos sistemas normativos se agrupan unos dentro de otros. Esto se hace para reflejar cómo, por ejemplo, no todas las normas sociales están en el código penal, pero todas las normas del código penal son normas sociales. En realidad este modelo es una simplificación de cómo se interrelacionan los sistemas normativos, ya que existen multitud de excepciones: es habitual que alguna de las normas sociales existentes no sea aceptada por la moral individual de algunas personas, lo que da lugar a la aparición de las subculturas; también sucede a menudo que algunas normas del sistema jurídico o penal no lleguen a integrarse dentro de las normas sociales. Esto sucede, sobre todo, en los sistemas no democráticos, aunque también ocurre en las democracias. Un ejemplo actual es la contradicción de muchas legislaciones con la aceptación social de las descargas por internet. Cuando existen fuertes contradicciones entre los sistemas normativos puede producirse una crisis que los modifique. Por este motivo autores como Durkheim consideran la desviación como un motor del cambio social.
En los últimos años algunos autores han identificado la existencia de situaciones en las que se califica de desviado, no a quien incumple la norma sino a quien la cumple con demasiado celo. Glenna Huls ejemplifica este fenómeno con la concepción social del empollón o de quien paga religiosamente sus impuestos en la sociedad norteamericana.

Teorias presociológicas de la desviación

El estudio de la desviación es anterior a la aparición de la sociología. Ya en la Antigüedad clásica se desarrollaron las primeras teorías sobre la delincuencia y el castigo, filósofos como Sócrates, Pitágoras, Platón o Aristóteles escribieron sobre ello, atribuyendo los delitos a la herencia o a deficiencias físicas o mentales. En la Edad Media se realizaron algunos estudios médicos para investigar crímenes aislados y Tomás de Aquino en su obra Escolástica, intentó sentar las bases de una Filosofía del Derecho. En los siglos XVIII y XIX, con la llegada de la ilustración y el positivismo, aparecieron teorías y enfoques cuya influencia ha llegado hasta nuestros días. Dos ejemplos destacados de ello son:

Teoría clásica
Se denomina Teoría Clásica de la desviación a los esfuerzos teóricos del iluminismo por dar una definición objetiva del delito y de la pena que sustituyese la concepción relativista y arbitraria característica del Antiguo Régimen. Esta objetivización del delito era imprescindible para construir el Estado de derecho —base del Estado liberal— ya que es un prerrequisito necesario del principio de legalidad, la seguridad jurídica o la igualdad ante la ley.
El autor más representativo fue Cesare Beccaria, que desarrolló sus ideas en un libro que se ha convertido en un clásico del Derecho: De los delitos y las penas, en el que, en palabras del propio autor, se incluyen

Los presupuestos para una teoría jurídica del delito y de la pena [...] en el cuadro de una concepción liberal del Estado de derecho, basada sobre el principio utilitarístico de la máxima felicidad para el mayor número de personas y sobre la idea del contrato social.
Cesare Becaria

De acuerdo con estos principios del utilitarismo y el contractualismo, para Beccaria el hombre nace libre, pero establece un contrato con el estado por el que renuncia a parte de su libertad a cambio de seguridad. El delincuente sería alguien que incumple ese contrato, por lo que debe ser sancionado, pero la sanción no tiene un objetivo de venganza sino de prevenir nuevos daños y servir de ejemplo disuasivo al resto de los ciudadanos.
La Teoría Clásica tiene los evidentes límites de que se centra en el delito -sin analizar el resto de desviaciones sociales- y que no investiga sobre las causas de éste, lo que es el objeto principal de las teorías posteriores. Esta teoría tendría una gran influencia sobre la Teoría de la Elección racional, llegando al punto de que algunos autores denominan a esta última como Teoría Neoclásica.

Enfoque biológico
Uno de los primeros intentos para entender de manera científica el fenómeno de la desviación se hicieron desde el ámbito de la Biología. Durante el siglo XIX se desarrollaron diversos estudios para intentar descubrir cuáles eran las características físicas que convertían a las personas en desviadas. La idea de poder explicar la conducta delictiva en base a rasgos biológicos tiene interesantes precedentes en algunas legislaciones medievales, en las que se recomendaba a los jueces que dudasen entre dos sospechosos eligiesen a los más feos y deformes. En 1876, el médico penitenciario Cesare Lombroso elaboró una detallada teoría sobre las características físicas que provocaban la delincuencia. Los rasgos físicos descritos eran básicamente simiescos: vello abundante, brazos largos, frente estrecha, mandíbula prominente, etc. Aunque los estudios de Lambroso alcanzaron una gran notoriedad en su época, el determinismo biológico, tras las sucesivas críticas, fue cayendo en desuso hasta mediados del siglo XX, cuando Willians Sheldon realiza un estudio con cientos de jóvenes en el que llega a conclusiones similares. Para Sheldon existen tres tipos básicos de constitución física —endomorfo, mesomorfo y ectomorfo— a los que corresponden tres personalidades diversas, siendo los mesomorfos —con constitución musculosa y atlética— los más predispuestos a delinquir. Los datos de Sheldon fueron reanalizados por Eleonor Glueck llegando a la conclusión de que no puede afirmarse que la constitución atlética sea un buen predictor de la delincuencia, y muchos menos su causa.
Desde los años 80 se está dando una revitalización del enfoque biológico, basada en los avances de la genética. En este ámbito se han hecho particularmente populares los estudios sobre el Síndrome del XYY- una anomalía cromosómica por la que el varón recibe un cromosoma Y extra- que algunos autores relacionan con una tendencia a la violencia, aunque numerosos estudios han confirmado que esto no se observa con frecuencia.

Teorías macrosociales de la desviación

Teoría funcionalist
Los teóricos funcionalistas se vieron ante la tarea de hallar respuesta a la necesidad, por parte de algunos individuos, de no cumplir las reglas. El primero en describir algunas de las funciones sociales que cumplía la desviación fue Émile Durkheim. Aunque parezca contradictorio, para Durkheim la desviación contribuye a consolidar los valores y las normas culturales, ya que es parte indispensable en el proceso de creación y mantenimiento del consenso sobre las mismas. La base de esta idea es que sin el delito no hay justicia ni es posible por tanto el consenso sobre las ideas del bien y el mal. En este sentido la desviación contribuiría a definir los límites morales. Definiendo a algunos como desviados el resto de la sociedad puede observar claramente el límite entre el bien y el mal. Otra función de la desviación sería el fomento de la unidad social, ya que la respuesta unitaria frente a las acciones extremas de desviación —asesinato, atentados— fortalece el lazo social. Por otro lado la desviación también contribuiría al cambio social, ya que el transgredir una norma invita a reflexionar sobre la necesidad o la conveniencia de ésta, y representa un modelo de conducta alternativo que puede llegar a convertirse en mayoritario, ya que lo que hoy es una conducta desviada puede no serlo en el futuro.

Teoría marxista
Aunque ya desde sus inicios el marxismo había tratado temas relacionados con las desviación, es en los años 70 cuando aparecen obras sistemáticas sobre ésta desde una perspectiva marxista. Autores destacados en esta sistematización fueron Iain Taylor, Paul Walton y Jock Young, que argumentaron que las teorías existentes obviaban ciertos factores estructurales, como la desigual distribución del poder y la riqueza, que eran fundamentales para entender las conductas desviadas.
Este argumento fue posteriormente desarrollado por Steven Spitzer, que ejemplificó ampliamente cómo las personas que son etiquetadas como desviadas suelen ser sujetos que obstaculizan el desarrollo del Capitalismo. Spitzer analizó cómo los sujetos que amenazan la propiedad privada, base del capitalismo, son siempre calificados como desviados; sin embargo, los actos de las clases privilegiadas contra los intereses de las subordinadas, como una gran subida del precio de la vivienda, lejos de considerarse desviadas, son asumidas como una legítima defensa de sus intereses. También analiza cómo, al ser la explotación del trabajo otro de los fundamentos del capitalismo, quien no trabaja, sea por imposibilidad —minusválidos, parados involuntarios—, sea por voluntad, tiene muchas posibilidades de ser etiquetado como desviado. Ejemplos de esto los encontramos en la legislación contra vagos y maleantes.

Teoría de la subcultura
Esta teoría se basa en el principio de que la conducta desviada -al igual que el resto de conductas- se aprende en el ambiente en que se vive. Los actos desviados serían por lo tanto una consecuencia de la socialización en ambientes con valores y normas distintos a los de la sociedad en general. La teoría fue elaborada por Clifford Shaw y Henry Mckay y tiene su origen en los estudios etnográficos realizados por la Escuela de Chicago durante los años veinte. Los investigadores dividieron la ciudad de Chicago en cinco zonas, realizando círculos concéntricos y comparando la tasa de delincuencia y la relación entre el número de delincuentes y el total de la población de cada zona. Los datos evidenciaron que el valor de la tasa disminuía conforme se alejaba del centro, y lo que es más interesante, que entre 1900 y 1920 la relación entre las tasas de delincuencia de cada zona permaneció invariable, a pesar de que en este periodo hubo grandes movimientos de población que cambiaron la composición étnica de cada zona. Estos hechos hicieron llegar a los investigadores a la conclusión de que la subcultura desviada formaba parte de la idiosincrasia de algunos barrios, por lo que era trasmitida a los nuevos habitantes.
Numerosos investigadores han desarrollado la teoría, comprobando que es común que los individuos con comportamientos desviados pertenezcan a grupos en las que estas conductas son permitidas- o incluso prescritas- por lo que tal conducta solo podría juzgarse como desviada respecto a las normas y valores de la sociedad, pero no respecto a las de su grupo de referencia. Respecto a esto el criminólogo Edwin Sutherland escribiría que

La cultura criminal es tan real como la legal, y mucho más difundida de lo que se piensa habitualmente.
Edwin Sutherland

Walter Miller estudió cómo se crean las subculturas de la desviación, llegando a la conclusión de que éstas suelen aparecer entre los jóvenes de clase baja, ya que son los que tienen menos posibilidades de cumplir sus aspiraciones por medios legítimos. Miller además individuó las características de estas subculturas, cuyos principales rasgos serían: La rutinización del conflicto, la dureza, la sagacidad y la autonomía

Teorias microsociales de la desviación

Teoría del etiquetamiento
En los años 1960 se empieza a estudiar la desviación desde la perspectiva del interaccionismo simbólico. Estos autores centran sus estudios no tanto en las posibles causas de la conducta desviada, sino en las formas de control e interacción social por las que se definen a ciertos individuos como desviados. La principal aportación teórica de esta escuela es la teoría del etiquetaje, que podría sintetizarse así:

Los grupos sociales crean la desviación estableciendo reglas cuya infracción constituye una desviación, y aplicando estas reglas a personas particulares, que etiquetan como outsiders [...] La desviación no es una cualidad de la acción cometida sino la consecuencia de la aplicación-por parte de otros- de reglas y sanciones. El desviado es alguien al que la etiqueta le ha sido puesta con éxito; el comportamiento desviado es el comportamiento etiquetado así por la gente.
Howard Becker

Una de las aportaciones fundamentales de esta teoría es la distinción entre desviación primaria y secundaria realizada por Edwin Lemert. Dentro de la primaria se encuadrarían los incumplimientos de las normas que no hacen sentirse desviado a quien lo comete, ni es visto así por los demás. Dentro de la secundaria estarían por el contrario los incumplimientos que hacen cambiar la concepción que los demás tienen del autor, etiquetándolo como desviado. Este etiquetamiento provocará que el autor reorganice la percepción de sí mismo asumiendo la nueva definición que los demás dan de él. La base de esta distinción está en el hecho de que, en realidad, prácticamente todo el mundo ha cometido actos desviados. Es difícil encontrar a alguien que no haya mentido, cometido algún pequeño robo o consumido alguna droga ilegal, pero pocas de estas personas son catalogadas -o autocatalogadas- como mentirosos, ladrones o drogadictos.
La desviación secundaria está muy relacionada con el concepto de estigma desarrollado por Erving Goffman, definido como una marca social negativa usada para definir a una persona. El estigma se convierte en un rol dominante del individuo y todos los actos pasados empiezan a reinterpretarse bajo la perspectiva del nuevo estigma, en un proceso de distorsión biográfica conocido como etiquetaje retrospectivo. Goffman desarrolló la posibilidad de que al estigmatizar a alguien -con mayor o menor motivo- se activasen una serie de mecanismos, como el rechazo social, que le impulsaran a buscar compañía entre quienes no le censuran -otros estigmatizados- reforzando así la identidad desviada e impulsándolo a continuar su carrera delictiva. De este modo la desviación podría ser una de esas profecías autorealizadas que Robert K. Merton elaboró basándose en el Teorema de Thomas.


Teoría de la elección racional
Los teóricos de la elección racional, también llamados neoclásicos, enmarcaron la desviación dentro de su modelo general de conducta, según el cual las acciones de las personas están guiadas por un frío racionalismo cuyo objetivo es calculado para obtener placer y evitar dolor. Aunque posteriormente fue asumida por algunos sociólogos esta teoría fue desarrollada en sus inicios por economistas, como Gary Becker que elaboró el modelo económico del crimen que describe una conducta desviada guiada por el cálculo de utilidad relativa en la que se ponen en una balanza los costes y los beneficios que puede tener tal conducta. Estudios posteriores han intentado localizar cuáles son los costes y beneficios concretos de las conductas desviadas, llegando a la conclusión de que los beneficios serían los comunes a todas las acciones —lucro, prestigio, poder, placer— mientras que los costes pueden dividirse en tres: las sanciones formales impuestas por el Estado, las sanciones sociales de su entorno y las autosanciones que el desviado se imponga, como vergüenza o sentimiento de culpa, debido a la interiorización de las normas.
La teoría de la elección racional también ha realizado varios estudios sobre la eficacia de las sanciones. Según el modelo teórico, una forma de reducir el delito sería aumentar los costes de su realización, por ello desde esta teoría se propuso aumentar la severidad de las penas. Estudios posteriores desde esta perspectiva han puesto de manifiesto que la severidad de la sanción tiene repercusiones irrelevantes, mientras que por el contrario, la certeza de la pena —la convicción de que existirá una sanción— puede influir en la reducción de la delincuencia.

Problemas metodológicos en el estudio de la desviación

La desviación es uno de los fenómenos sociales más complejos de analizar científicamente, ya que aquellos que los cometen tienden a ocultarlos. Por ello, el debate metodológico se remonta a los orígenes de la disciplina, cuando Emilie Durkhaim escribe El suicidio. Esta obra consiste en un estudio cuantitativo sobre el fenómeno del suicidio en distintos países europeos, utilizando las fuentes oficiales de cada estado, con el fin de comprobar la distinta influencia que tenía en cada país. Estudios posteriores comprobaron que las estadísticas oficiales infravaloran casi siempre el fenómeno, existiendo además variaciones según la definición de suicidio de las distintas legislaciones. En este sentido se ha comprobado la correlación entre la posibilidad de que una muerte sea registrada como suicidio, en vez de como accidente u homicidio, y la valoración social sobre del fenómeno: cuanto peor visto sea el suicidio en una sociedad, tanto menores serán las posibilidades de que este se registre como tal.
Los estudios sobre la incidencia de la delincuencia se han encontrado con problemas aún mayores. Los sociólogos han utilizado a menudo como fuente las estadísticas policiales sobre denuncias, o las judiciales sobre condenas, pero se ha comprobado que se cometen muchos más delitos que los registrados. Investigaciones llevadas a cabo en Inglaterra en los años noventa llegaron a la conclusión de que el porcentaje de delitos que se notifica es del 47%, el que se denuncia el 27% y el que llega a condenarse en un tribunal tan solo un 3% Las causas de este bajo índice de denuncias son múltiples: temor a represalias —como en el caso de la mafia—, cercanía al que lo comete —violencia de género—, tolerancia —maltrato a animales—, voluntad de olvidarlo —violaciones—, desconfianza en la utilidad de la denuncia —hurtos—, ignorancia sobre si constituye un delito —delitos de índole económica—, etc. En este sentido se ha comprobado cómo los distintos tipos de delitos tienen un porcentaje de denuncias muy desigual, hay delitos que se denuncian prácticamente en su totalidad, como el robo de coches o las muertes violentas, y otros que su inmensa mayoría no son denunciados, como el intento de violación o los pequeños hurtos.
Estas limitaciones en las fuentes oficiales han obligado a desarrollar métodos alternativos para la cuantificación de la delincuencia. Actualmente se utiliza tanto la autodenuncia, en el que se realiza una encuesta a una muestra de población preguntándoles si han cometido algún delito y si este ha sido denunciado, como la victimización, que es un método similar pero en el que se pregunta si se ha sido víctima de algún delito.
La desviación es uno de los fenómenos sociales más complejos de analizar científicamente, ya que aquellos que los cometen tienden a ocultarlos. Por ello, el debate metodológico se remonta a los orígenes de la disciplina, cuando Emilie Durkhaim escribe El suicidio. Esta obra consiste en un estudio cuantitativo sobre el fenómeno del suicidio en distintos países europeos, utilizando las fuentes oficiales de cada estado, con el fin de comprobar la distinta influencia que tenía en cada país. Estudios posteriores comprobaron que las estadísticas oficiales infravaloran casi siempre el fenómeno, existiendo además variaciones según la definición de suicidio de las distintas legislaciones. En este sentido se ha comprobado la correlación entre la posibilidad de que una muerte sea registrada como suicidio, en vez de como accidente u homicidio, y la valoración social sobre del fenómeno: cuanto peor visto sea el suicidio en una sociedad, tanto menores serán las posibilidades de que este se registre como tal.
Estas limitaciones en las fuentes oficiales han obligado a desarrollar métodos alternativos para la cuantificación de la delincuencia. Actualmente se utiliza tanto la autodenuncia, en el que se realiza una encuesta a una muestra de población preguntándoles si han cometido algún delito y si este ha sido denunciado, como la victimización, que es un método similar pero en el que se pregunta si se ha sido víctima de algún delito.


viernes, 14 de enero de 2011

Conducta no verbal


En los años 60 el psicólogo estadounidense Paul Ekman descubrió las microexpresiones, unos movimientos faciales que duran sólo un cuarto de segundo, y que muestran nuestro estado emocional. A través del Sistema de Codificación de las Acciones Faciales de Ekman se puede aprender a reconocer estas microexpresiones. La policía y los jueces lo emplean para detectar mentiras. Incluso hay políticos que también estudian sus expresiones.

martes, 11 de enero de 2011

Violencia domestica: Manuela Martinez


En todas las relaciones humanas surgen conflictos y en las relaciones de pareja también. Las discusiones, incluso discusiones fuertes, pueden formar parte de la relación de pareja. En relaciones de pareja conflictivas pueden surgir peleas y llegar a la agresión física entre ambos. Esto, que podría alcanzar cotas de violencia que serían censurables y perseguibles, formaría parte de las dificultades a las que se enfrentan las parejas. El maltrato no es un concepto relacionado con esto; en el maltrato el agresor siempre es el mismo: Por definición, el conflicto es una modalidad relacional que implica reciprocidad y es susceptible de provocar un cambio. Por el contrario, el maltrato, aunque adopte las mismas formas (agresiones verbales o físicas), es unilateral, siempre es la misma persona la que recibe los golpes».


La violencia contra la mujer por parte de su pareja o ex-pareja está generalizada en el mundo, dándose en todos los grupos sociales independientemente de su nivel económico, cultural o cualquier otra consideración. Aun siendo de difícil cuantificación, dado que no todos los casos trascienden más allá del ámbito de la pareja, se supone que un elevado número de mujeres sufren o han sufrido este tipo de violencia. Estudios realizados en países por desarrollar arrojan una cifra de maltrato en torno al 20%, encontrándose los índices más bajos en países de Europa, en Estados Unidos, Canadá, Australia y Japón con cifras en torno al 3%.

lunes, 10 de enero de 2011

Violadores: Programa SAC


En España el análisis específico de los delincuentes sexuales y la aplicación de programas con ellos se iniciaron en Cataluña en 1996.. La primera de estas investigaciones (1995) estudió una muestra de 29 violadores, autores de 226 delitos de diversas tipologías. La segunda (1996) analizó a 33 delincuentes sexuales que habían abusado de menores y eran autores de 116 delitos. Una tercera investigación (1998) estudió una muestra de delincuentes sexuales menores de edad con la finalidad de adaptar un programa específico para jóvenes. Como resultado de ello se creó el primer programa específico para delincuentes sexuales adaptado al contexto español y denominado Programa de Control de la Agresión Sexual (SAC). La primera aplicación de este programa se llevó a cabo paralelamente en dos centros penitenciarios de la provincia de Barcelona: Quatre Camins y Brians. Este mismo programa, con algunas adaptaciones, se aplica en la actualidad en diversas cárceles españolas.


Más allá de las diferencias individuales, que necesariamente deberán ser estudiadas en cada caso, con mucha frecuencia los agresores sexuales suelen presentar problemas de tres tipos diferentes aunque interrelacionados: en su comportamiento sexual (lo que resulta obvio), en su conducta social
más amplia, y en su pensamiento (“distorsiones cognitivas”). El comportamiento sexual de muchos agresores sexuales se proyecta de un modo desviado hacia objetivos sexuales inaceptables, como
son los menores de edad o el uso de la violencia para forzar el sometimiento sexual de una mujer. Es decir “prefieren” estas formas desviadas de relación sexual, que son las que les resultan más excitantes, y no logran “inhibir” tales maneras de obtener placer.


Cinco agresores sexuales con distintos perfiles delincuenciales cuentan a cara descubierta sus vidas y sus experiencias con la terapia SAC. La pregunta es si son todos realmente recuperables y cuántas oportunidades merecen personas que pueden causar tanto daño. La experiencia dice que encerrar a estos delincuentes durante años sin tratarlos no produce resultados. Más del 20 % acabará reincidiendo. La única esperanza son los nuevos programas de rehabilitación penitenciaria como el SAC (Control de la Agresión sexual) que ahora ha empezado a impartirse en varios penales españoles y que lleva diez años de pruebas en una cárcel de Barcelona. Las estadí­sticas dicen que entre los alumnos del SAC sólo reincide uno entre 25, pero los tiempos de evaluación son aún cortos. Hasta que transcurran diez años sin reincidencia, no se considera que el agresor sexual está totalmente rehabilitado.

Agresión Sexual: Las Víctimas


Para la victima de una violación, el ataque es solo el comienzo de su trauma. Después de esto puede que experimente por lo menos algunos de los siguientes sentimientos y reacciones:
  • Miedo a que regrese el violador.
  • Frustración con el proceso legal.
  • Destrucción de su confianza en otros, aun aquellos que no tienen nada que ver con la violación.
  • Ira mal dirigida a ella de parte de su esposo o compañero.
  • Critica y/o algún desprecio de parte de su familia y amigos, y aun la sociedad en general.
  • Cicatrices físicas y/o incapacidades.
  • Sida o otras enfermedades de transmisión sexual.
  • Embarazo.
  • Sentimiento de total aislamiento.
  • Trastornos del sueño
  • Miedo (TEPT)
  • Pérdida del autoestima.
  • Sentimiento de culpabilidad, de que de algún modo ella causó que ocurriera la violación.
  • Perdida del sentido de control.
  • Perdida del sentido de seguridad en lo que la rodea.
  • Reclamarse a sí misma, que ella debió haber hecho algo más para prevenir o evitar la violación.

"Sin Conciencia"

Robert D Hare Sin Conciencia


Sin duda alguna uno de los libros más inquietantes e interesantes para conocer mejor el tema de la psicopatía que se han escrito. La psicopatía es posiblemente uno de los temas al que más entradas hemos dedicado en este blog.
La lectura de el libro que os ofrecemos en esta es una de las mejores maneras de conocer la actualidad de la investigación y el abordaje de la psicopatía y Robert D. Hare es sin ningún tipo de dudas uno de los mayores expertos en el tema a nivel mundial. El libro es de muy asequible e interesante lectura pero nos deja con la impresión de que el tema que tratamos no es de fácil abordaje y que nos hace falta saber y estudiar mucho más sobre el tema para poder actuar frente a este tipo de personas de forma adecuada.
Os lo recomiendo y os animo a leerlo ya que os he podido ofrecer una versión completa del mismo.

domingo, 9 de enero de 2011

"Dolor Incomprendido. El sufrimiento en las víctimas del terrorismo"



Autor SUTIL, LUCIA
ISBN 9788493596231
Año Edición 2007
Páginas 128
Encuadernación Rústica
Idioma Español
Precio 15,00 €uros



Sinopsis

Tan profundo e intenso como el disparo que lo produce. Tan fulminante y expansivo como la explosión que lo genera. Así es el dolor que sienten las personas víctimas del terrorismo.
Un dolor al que se añaden la incomprensión, porque no hay razones que justifiquen semejante daño; la soledad, porque la sociedad parece no querer enfrentarse con la mirada desolada de las víctimas, y hasta a veces la culpa, la de ser uno de los que sobrevivieron.
Las víctimas del terrorismo, en cualquiera de sus formas, han sufrido en persona una agresión dirigida a toda la sociedad. ¿Cómo es posible asumir ese dolor, convivir con él y transformarlo en esperanza?
Los testimonios de este libro –recogidos y analizados por los psicoterapeutas Lucía Sutil y Eduardo Lázaro– demuestran cómo el ser humano, el mismo que puede llegar a cometer las peores atrocidades, es también capaz de rehacer su vida aún desde el horror y la injusticia.

"Valoración Médico Legal del Daño a la Persona. Derecho Penal, Civil y Mercantil"



Autor Maria Teresa Criado del rio
ISBN 9788483422335
Año Edición 2010
Páginas 816
Encuadernación Rústica
Idioma Español
Precio 83,00 €uros



Sinopsis

El área de la Medicina Legal del sujeto vivo ha adquirido, a partir de la segunda mitad del siglo pasado, una amplitud y una importancia doctrinal y práctica tal, que ha llegado a constituir un pilar importante de la cultura actual y de la profesión médico-legal. En el centro de esta área se sitúa la invalidez que tiene su núcleo en la clínica y sus matices especializados en los variados capítulos penales, civiles y de los seguros. El gran incremento de la casuística médica y médico-legal en este sector se ha debido sobre todo al aumento de los accidentes de tráfico en relación directa con el aumento de la población y del número relevante de los vehículos circulantes en los países más desarrollados.
La doctrina y la praxis médico-legal se han enriquecido posteriormente, hasta el punto de convertir esta disciplina en un sector de máximo desarrollo e interés, a causa del progresivo y alarmante incremento de los casos de responsabilidad profesional médica que en el momento actual representa, sin duda, el tema más arduo desde el punto de vista científico y práctico para los médico-Iegistas.
Es, por lo tanto, natural que a esta vasta área del daño a la persona se hayan dedicado, en el discurrir de las últimas décadas, artículos, monografias, partes de tratados y manuales. Por desgracia las diferentes legislaciones y jurisprudencia de los países europeos no facilitan que se produzcan intercambios en los ámbitos jurídico y médico-legal, lo que constituye con frecuencia un límite para la difusión a nivel internacional de las contribuciones científicas en la materia. Los análisis comparativos todavía posibles y todavía de gran utilidad, y sus mayores ventajas, se encuentran en los países latinos como son España, Italia, Francia, Portugal y Bélgica, porque tienen una mayor afinidad cultural y jurídica. Esta constatación permite fácilmente pronosticar que, el Tratado de María Teresa CRIADO DEL Río, por estar escrito en lengua española y por la similitud de los problemas de fondo con los países latinos, tanto limítrofes como lejanos, constituirá también fuera de España un instrumento de estudio en profundidad, tanto para los que se aproximan por primera vez, y por lo tanto tienen necesidad de adquirir una cultura especializada sobre bases actualizadas, como para quienes ya practican la profesión y corren el riesgo de anclarse en concepciones y normas ya superadas.

"Manual de intervención con maltratadores"



Autor Lila, Marisol
ISBN 9788437078847
Año Edición 2010
Páginas 312
Encuadernación Rústica
Idioma Español
Precio 28,50 €uros




Sinopsis

La violencia contra la mujer en las relaciones de pareja es un problema social que afecta a miles de mujeres en todo el mundo. En la lucha contra esta forma de violación de los derechos humanos, un grann úmero de gobiernos han introducido en los últimos años medidas sociales, políticas, judiciales y policiales con objeto de prevenir y erradicar tales actos de violencia contra las mujeres.
ÍNDICE: Introducción La violencia contra la mujer en las relaciones de pareja Prevalencia de la Violencia Doméstica Las consecuencias de la violencia doméstica Intervención con maltratadores Orígenes de los Programas de Intervención para Maltratadores en medio abierto Modelos de Tratamiento e Intervención para maltratadores: el Modelo Ecológico La evaluación de la eficacia de los Programas de Intervención para Maltratadores El Programa Contexto Estructura del Programa Estructura de las actividades La coordinación MÓDULO 1. Toma de Contacto Introducción Unidad 1. Conocimiento del grupo y normas de relación Actividad 1.1. Presentación Actividad 1.2. Rueda de experiencias MÓDULO 2. Violencia contra la mujer en las relaciones íntimas. Principios básicos Introducción Unidad 2. Concepto, tipos y ciclo de la violencia Actividad 2.1. Concepto de Violencia Actividad 2.2. Mito y realidad Actividad 2.3. Tipología de la violencia Actividad 2.4. El ciclo de la violencia Unidad 3. Asunción de Responsabilidad y Mecanismos de Defensa Actividad 2.5. Culpable no, responsable sí Actividad 2.6. Hechos probados y mecanismos de defensa MÓDULO 3. Estrategias de cambio. Variables individuales Introducción Unidad 4. Autoconcepto y autoestima Actividad 3.1. Equilibrio Actividad 3.2. La rueda de refuerzo Unidad 5. Emociones Actividad 3.3. Tabú Actividad 3.4. Los hechos y los sentimientos Actividad 3.5. La ira Actividad 3.6. Amor Actividad 3.7. Los celos Unidad 6. Estrategias de autocontrol Actividad 3.8. Técnicas de control de la ira Actividad 3.9. Relajación Actividad 3.10. ABC Actividad 3.11. Criterios de racionalidad Actividad 3.12. Distorsiones Cognitivas Actividad 3.13. Solución de Problemas MÓDULO 4. Estrategias de cambio. Variables interpersonales Introducción Unidad 7. Pareja Actividad 4.1. ¿Cómo es tu relación de pareja? Actividad 4.2. No creas todo lo que te dicen Actividad 4.3. El problema es la comunicación Actividad 4.4. Conflictos de pareja Unidad 8. Hijos Actividad 4.5. Estilos parentales Actividad 4.6. Consecuencias de la violencia en los hijos/as MÓDULO 5. Estrategias de cambio. Variables situacionales Unidad 9. Apoyo Social Actividad 5.1. Redes de apoyo Social Actividad 5.2. Grupos de apoyo y de ayuda mutua Unidad 10. Contexto comunitario y laboral Actividad 5.3. Recursos sociales Actividad 5.4. Contexto laboral MÓDULO 6. Estrategias de cambio. Variables socioculturales Introducción Unidad 11. Roles de género y sus consecuencias para el hombre Actividad 6.1. Roles de género Actividad 6.2. Codomesticidad y corresponsabilidad Actividad 6.3. Salud y sexualidad masculina Unidad 12. Mujer y cultura Actividad 6.4. El machismo a través de las culturas Actividad 6.5. Sexismo y medios de comunica115 MÓDULO 7. Fin de la intervención y prevención de recaídas Introducción Unidad 13. Fin de la intervención Actividad 7.1. Revisión de estrategias y prevención de recaídas Actividad 7.2. Despedida y cierre DOCUMENTOS DE TRABAJO 1.1. Compromiso de cumplimiento de las normas de funcionamiento grupal 2.1. ¿Verdadero o Falso? 2.2. Verdadero o Falso (soluciones) 2.3. Mito y Realidad 2.4. Mito y Realidad (soluciones) 2.5. Tipología de la violencia 2.6. Tipología de la violencia (soluciones) 2.7. Hechos probados 2.8. El ciclo de la violencia 2.9. Tarea para casa. El ciclo de la violencia 2.10. Culpable no, responsable sí 2.11. ¿Qué pasó? 3.1. Autoestima (AUT-17) 3.2. Yo positivo/Yo negativo 3.3. Cómo me ven 3.4. Halagos y críticas 3.5. Emociones 3.6. Detectando emociones 3.7. Emociones ante la denuncia 3.8. Tarea para casa. Un ser querido 3.9. Lo que me hace enfadar 3.10. Situación de enfado 3.11. La carta 3.12. Consejos 3.13. Consejos (Solución) 3.14. Los celos 3.15. Los celos (solución) 3.16. Historias de celos 3.17. Técnicas de autocontrol a corto plazo 3.18. Relajación 3.19. ABC 3.20. ABC (situaciones) 3.21. ABC (situaciones-ejemplos) 3.22. ABC (situaciones-semana) 3.23. Ideas irracionales 3.24. Ideas realistas 3.25. Distorsiones cognitivas I 3.26. Distorsiones cognitivas II 3.27. Distorsiones cognitivas III 3.28. Solución de problemas 4.1. ¿Cómo es tu relación de pareja? 4.2. Tarea para el/la acompañante 4.3. Pon nota a tu relación 4.4. No creas todo lo que te dicen (mitos) 4.5. El problema es la comunicación 4.6. El problema es la comunicación (documento para las coordinadoras) 4.7. Conflictos de pareja 4.8. Tarea para casa. Soluciones para el conflicto de pareja 4.9. Pautas para una relación de pareja positiva 4.10. Tarea para casa. Mis hijos/as 4.11. Tarea para casa. Mis hijos/as 4.12. Estilos parentales 4.13. Violencia familiar en la infancia 5.1. Red de apoyo Social 5.2. Tarea para casa 5.3. Grupos de ayuda mutua 5.4. Recursos sociales 5.5. Tarea para casa 5.6. Contexto laboral 5.7. Contexto laboral (soluciones) 6.1. Características hombres-mujeres 6.2. Características hombres-mujeres (Solución) 6.3. Roles masculinos 6.4. Roles masculinos (coordinadoras) 6.5. Observación de roles masculinos 6.6. Tareas del hogar 6.7. ¿Verdadero o Falso? 6.8. ¿Verdadero o Falso? (solución) 6.9. El pacto 6.10. Sexualidad 6.11. Sexualidad (solución) 6.12. Mujeres del mundo 6.13. Mujeres (tarea para casa) 6.14. Tarea para casa: Voy al cine 7.1. Reincidencias 7.2. Objetivos alcanzados 7.3. Feedback Actividades Jurídicas Actividad Seminario Jurídico I Documento de Trabajo (a). La suspensión de condena Documento de Trabajo (b). Aspectos jurídicos Actividad Seminario jurídico II Documento de Trabajo (c). Los malos tratos son delito Fichas de Contenido 2.1. Concepto de violencia, tipos de maltrato contra la pareja y ciclo de la violencia 2.2. Asunción de responsabilidad e intención de cambio 2.3. Mecanismos de defensa utilizados por maltratadores 2.4. Consecuencias de la violencia de género en la víctima 2.5. El Código Penal 3.1. Autoestima 3.2. Emociones 3.3. La ira 3.4. Los celos 3.5. Ansiedad 3.6. Solución de Problemas 4.1. El amor y la relación de pareja 4.2. No creas todo lo que te dicen (mitos) 4.3. La comunicación en pareja 4.4. Conflictos en la pareja 4.5. Estilos parentales 4.6. Consecuencias de la violencia en los/as hijos/as 5.1. Las Redes de Apoyo Social 5.2. Grupos de apoyo 5.3. Recursos sociales 5.4. El estrés laboral 6.1. Sexo y género 6.2. Corresponsabilidad 6.3. La salud de hombres y mujeres 6.4. Realidades de la mujer en el mundo, culturas y tradiciones 6.5. El sexismo en los medios de comunicación Bibliografía Anexos Anexo 1. Protocolos Protocolo 1. Compromiso confidencialidad colaboradores Protocolo 2. Normas de funcionamiento grupales Protocolo 3. Evaluación general de la sesión Protocolo 4. Evaluación del Módulo Anexo 2. Entrevista en profundidad Anexo 3. Entrevista Motivacional Anexo 4. Instrumentos de Evaluación.

sábado, 8 de enero de 2011

Psicopatología y agresión sexual

Sexología UNED: Psicopatología y agresión sexual:

De acuerdo a un estudio sobre sesenta "violadores y abusadores sexuales procesados y/o condenados" por la Justicia Federal de USA, las personas que cometen un delito sexual no son, contra lo que comúnmente se cree, seres solitarios. La investigación también vino a revelar que casi el 62 por ciento de los detenidos por delito sexual nunca se alcoholizó y el 85 por ciento jamás consumió drogas. Pero no es lo único: el 80 por ciento de ellos no tenía antecedentes penales por robo, estafas u homicidios. Para muchos especialistas, una persona que decide violar a otra no es alguien "obsesionado" por el sexo ni busca la violación para procurarse placer sexual. Si viola, se apunta, es porque ese acto representa para él la forma más acabada de sentir sobre otro el poder de una dominación física total y de una humillación psicológica extrema.

viernes, 7 de enero de 2011

Prueba pericial para víctimas de delitos sexuales

pericial-delitos-sexuales

Guía para exámenes psicológicos forenses

Guia Sex Forense


La: "Guia de Consulta Abreviada para el examen sexológico forense, Informe Pericial y Manejo del Kit para la toma de muestras en los sectores forenses y de la salud" que os ofrecemos aqui es un documento colombiano que os puede servir por las plantillas que utiliza como un ejemplo de documento apropiado para hacer una pericial en este tipo de casos.

La prueba pericial

Es la que surge del dictamen de los peritos, que son personas llamadas a informar ante el juez o tribunal, por razón de sus conocimientos especiales y siempre que sea necesario tal dictamen científico, técnico o práctico sobre hechos litigiosos.

ASPECTOS MÁS RELEVANTES DE ESTA PRUEBA, SON:

1.- La Procedencia:
Procede cuando para conocer o apreciar algún hecho de influencia en el pleito, sean necesarios o convenientes conocimientos científicos, artísticos o prácticos.

2.- La Proposición:
La parte a quien interesa este medio de pruebas propondrá con claridad y precisión el objeto sobre el cual deba recaer el reconocimiento pericial, y si ha de ser realizado por uno o tres de los peritos. El Juez ya que se trata de asesorarle, resuelve sobre la necesidad, o no, de esta prueba.

3.- El Nombramiento:
Los peritos tienen que ser nombrados por el Juez o Tribunal, con conocimiento de las partes, a fin de que puedan ser recusados o tachados por causas anteriores o posteriores al nombramiento.
Son causas de tacha a los peritos el parentesco próximo, haber informado anteriormente en contra del recusante el vínculo profesional o de intereses con la otra parte, el interés en el juicio, la enemistad o la amistad manifiesta.

4.- El Diligenciamiento:
Las partes y sus defensores pueden concurrir al acto de reconocimiento pericial y dirigir a los peritos las observaciones que estimen oportunas. Deben los peritos, cuando sean tres, practicar conjuntamente la diligencia y luego conferenciar a solas entre sí. Concretan su dictamen según la importancia del caso, en forma de declaración; y en el segundo, por informe, que necesita ratificación jurada ante el Juez. El informe verbal es más frecuente y quedará constancia del mismo en el acta.

5.- El Dictamen Pericial:
Los peritos realizarán el estudio acucioso, riguroso del problema encomendado para producir una explicación consistente. Esa actividad cognoscitiva será condensada en un documento que refleje las secuencias fundamentales del estudio efectuado, los métodos y medios importantes empleados, una exposición razonada y coherente, las conclusiones, fecha y firma.
A ese documento se le conoce generalmente con el nombre de Dictamen Pericial o Informe Pericial.
Si los peritos no concuerdan deberá nombrarse un tercero para dirimir la discordia, quién puede disentir de sus colegas.

Todo dictamen pericial debe contener:
  • La descripción de la persona, objeto o cosa materia de examen o estudio, así como, el estado y forma en que se encontraba.
  • La relación detallada de todas las operaciones practicadas el la pericia y su resultado.
  • Los medios científicos o técnicos de que se han valido para emitir su dictamen.
  • Las conclusiones a las que llegan los peritos.

6.- La Ampliación del Dictamen:
No es usual que se repita el examen o estudio de lo ya peritado, sin embargo se puede pedir que los Colegios Profesiones, academias, institutos o centros oficiales se pronuncien al respecto e informen por escrito para agregarse al expediente y después oportunamente sea valorado.

7.- La Apreciación y Valoración:
La prueba pericial tiene que ser apreciado y valorado con un criterio de conciencia, según las reglas de la sana crítica. Los Jueces y tribunales no están obligados a sujetarse al dictamen de los peritos. Es por esto que se dice "El juez es perito de peritos".

sábado, 1 de enero de 2011

Antropología de la violencia


La violencia (del Lat. violentia) es un comportamiento deliberado, que provoca, o puede provocar, daños físicos o psíquicos a otros seres, y se asocia, aunque no necesariamente, con la agresión, ya que también puede ser psíquica o emocional, a través de amenazas u ofensas. Algunas formas de violencia son sancionadas por la ley o por la sociedad, otras son crímenes. Distintas sociedades aplican diversos estándares en cuanto a las formas de violencia que son o no son aceptadas.
Por norma general, se considera violenta a la persona irrazonable, que se niega a dialogar y se obstina en actuar pese a quien pese, y caiga quien caiga. Suele ser de carácter dominantemente egoísta, sin ningún ejercicio de la empatía. Todo lo que viola lo razonable es susceptible de ser catalogado como violento si se impone por la fuerza.
Existen varios tipos de violencia, incluyendo el abuso físico, el abuso psíquico y el abuso sexual. Sus causas pueden variar, las cuales dependen de diferentes condiciones, como las situaciones graves e insoportables en la vida del individuo, la falta de responsabilidad por parte de los padres, la presión del grupo al que pertenece el individuo (lo cual es muy común en las escuelas) y el resultado de no poder distinguir entre la realidad y la fantasía, entre otras muchas causas.