La primera evidencia de uso de la ciencia forense aplicada a la balística fue aplicada en Inglaterra en el año 1835 cuando las únicas pruebas de identificación de un asesinato fueron las marcas en el proyectil encontrado dentro del cuerpo de la víctima. Cuando se confrontó la evidencia con el sospechoso, éste confesó. El primer juez que tomó en cuenta las pruebas forenses que mostraban los estudios balísticos, ocurrió en 1902, cuando se pretendía demostrar que un arma podía ser asignada a la relación posible de pertenencia de un sospechoso de posible asesinato. El experto del caso, Oliver Wendell Holmes, había leído algo sobre identificación balísticas, y por aquel entonces ya se empezó a estudiar el proyectil mediante el empleo de una lente.
Espacio de información, debate y comunicación acerca de Psicología Forense para alumnos y graduados de la Facultad de Psicología de la UNED y todas aquellas personas a las que nos fascina e interesa este apasionante tema. Sed bienvenidos y gracias por vuestra participación.
lunes, 21 de junio de 2010
Balística Forense
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